--¿y no me quieres contar porque estabas tan enojado? --Fernando muy cariñoso.
--es mi primo me dejo a medias y...
Fernando lo mira sorprendido:
--¿a medias de que...?
--bueno... lo que piensas... --dice con una tímida y pícara sonrisa.
--¿te acuestas con tu primo? mirándolo con cara de depravado.
--¿te molesta?
--No ¡¡que suerte la tuya¡ ¡ya me hubiera gustado a mi tener un primo asi¡
--Empezamos chupándonoslas de críos y luego pues ya todo. En realidad hasta ahora solo había estado con ellos.
--¿ellos? --incrédulo.
--si con los dos. Tengo dos primos impresionantes... Hijos de mis tíos. En realidad son cuatro hermanas y cuatro primos... pero Emilio es un caso aparte.
Fernando lo mira excitado:
--pues que bueno que yo he sido el primero... Digo... fuera del ámbito familiar.
--¿y qué hay contigo?
Los dos hablan muy sensualmente.
--yo no tengo primos que les vaya la onda gay. Y mis primos son todos muy feos.
Se ríen.
--no, ya se... pero sexualmente... que?
se miran picaros.
--Pues amo a las mujeres y me apasionan los hombres y mientras que no llegue la mujer de mi vida pues me divierte con quien me gusta.
--pues espero que tarde en llegar --devorador.
Fernando lo mira coqueto.
--¿te te gustaría que nos volvamos a ver?
--¡¡todas las veces que tu quieras¡ --muy excitado.
Fernando lo besa y a Salvador le gusta. No le dice que nunca había besado a nadie por vergüenza pero lo disfruta mucho. Fernando agarra un rotulador y le escribe en el brazo al joven su numero de celular:
--¡¡llámame siempre que quieras¡
Salvador lo mira con deseo. Está muy ansioso.
--espero que busco mejor mi celular y cambiamos los números.
Fernando lo mira con cariño.
--esta bien ¿te llevo a algún sitio?
Salvador hace que sí con la cabeza. Fernando se muestra muy cariñoso. Los dos amigos salen juntos. No tarda de entrar en el departamento otro guapo treinteañero impresionante.
--¡¡Fer¡ ¿llegaste? ¿estás en tu cuarto?
Al acercarse ve la cama deshecha. Sonrie picaro:
--Vaya, ya tiene un juguete nuevo. Este Fer no cambia nunca.
Fernando y Salvador se despiden frente a la cama del segundo.
--ASi que vives aquí.
Salvador le muestra la ventana.
--es ahí.
--pues muy bien.
Los dos se miran seductores. Se gustan mucho.
--llamame ¿eh? te quiero volver a ver.
Fernando lo mira con cariño:
--claro y si no me llamas tú.
Salvador quisiera besarlo pero Fernando marca la distancia. Le da la mano. Salvador se va contento y se mete en el edificio. Fernando arranca y está apunto de atropellar a una mujer. De unos 50. Ella se queda en shock. Fernando en seguida la atiende.
--¡¡lo siento...¡ ¡¡está bien?
Y se miran. La belleza serena y madura de la mujer flecha al hombre. Queda atrapado por la mirada de ella. Trata de ayudarla.
--¡¡dejeme en paz¡
La mujer se va hacia el edificio mismo en el que vive Salvador. Fernando no le quita los ojos de encima. Cuando ya entra él arranca. La mujer entra muy asustada. La recibe su esposo.
--¿Dora, que te paso¡?
Dora lo abraza.
--¡¡ay Demetrio... casi me atropellan...¡
En ese momento sale Salvador sin camisa de su cuarto.
--¡¡¡¿mamá? ¿¿que paso?
Mira a su madre muy preocupada mientras que su padre trata de calmarla.
Fernando llega a su apartamento. El guapo que llegó antes lo recibe desnudo y con los boxers en la mano.
--¡¡¿donde estaba?¡
--¡¡hoy ha sido mi dia...¡ ¡¡me he enamorado...¡ ¡¡he conocido a una mujer... es de unos 50 años... pero me encantó¡
El guapo 2 la mira con cara de depravado:
--¿te la tiraste?
--¡¡no seas bestia, Gato¡ ¡¡Es una Señora¡ ¡¡casi la atropello pero me encantó¡
--Las señoras también cogen--dice pícaro.
Fernando le sonríe:
--¡¡eres un bestia¡
Gato le acaricia el pecho mientras le va desabrochando la camisa:
--pues este bestia tiene ganas de ti.
Los dos se besan y Gato la arrastra hacia la cama. Es Gato el que lleva más la iniciativa.
--¡te he sentido flojo¡ ¡¡no está en forma¡ no lo hiciste con la vieja pero has traido a alguien en casa... ¡te dejó cansado...¡
Fernando le sonríe:
--oye que solo somos compañeros de piso.
Los dos se ríen. Tienen mucha confianza. Fernando le habla de Salvador y Gato lo escucha con complicidad.
Días después... Miguel y Mert se vuelven a ver. Está apunto de saber el resultado de la prueba de paternidad. Mert mira a su primo con cariño. Miguel lo mira frio y eso le duele a Mert. Miguel tiene miedo que su primo no cumpla con lo que prometió pero no le quiere preguntar. Están con ellos Bibi , los padres de Feli y ésta. Feli mira a Miguel .
--¡¡al fin se sabrá la verdad¡
La joven se medio desmaya cuando le dicen que Mert es el padre de su hijo.
--¡¡no... no es verdad...¡
Miguel se saca un peso de encima. Mert lo mira con cariño pero Miguel no le dice nada y se va diciendo:
--¡¡no tengo nada que hacer aquí¡
A Mert le duele que ni lo mire. Bibi se queda con su sobrino.
--¡¡yo no me voy hasta asegurar que mi sobrino cumpla como hombre¡
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