domingo, 31 de mayo de 2020

Capítulo 9









Mert está en la ducha. Como siempre Emilio está mirando como siempre y disfrutando del espectáculo. Llaman al timbre justo en el momento en el que Mert está frotando sus genitales.
--¡¡maldita sea¡ --murmura.
Aunque ha visto la misma escena miles de veces y aunque es Miguel su favorito Mert le resulta sexualmente muy apetecible. Le da rabia que alguien llegue a interrumpirlos. Hace como si nada. 
--¿Emilio?¿estás ahí?¡ ¡abre la puerta¡
Emilio frunce el ceño.
--si, ya voy.
Es Feli a la que no conoce. La joven lo mira con timidez.
--¿esta Mert ?
Mert sale cubierto con la toalla. Su prometida sufre una fuerte impresión. 
--¿¿que haces aqui?
--Necesito hablar contigo --dice ella con timidez.
Mert hace las presentaciones, Emilio siente celos de Feli. A parte que está medio enamorado de Mert , su primo es un hombre guapísimo y le gustaría estar en lugar de esa joven con la que se va a casar. Emilio los deja solos. Feli se da la vuelta para que Mert se acabe de vestir. 
--No hace falta que te des la vuelta --dice con la toalla en el piso-- nos vamos a casar.
Ella se siente muy incómoda:
--pero sabes que no nos conocemos.
Mert se pone los jeans:
--¿y qué es lo que quieres? No creo que a tu padre le gusta que estés aquí.
Feli le pregunta si está vestido, él le dice que casi y ella se gira.
--Me he escapado de casa pero es que necesito saber porque esta mentira.
Mert la mira con compasión, le duele engañarla pero no quiere descubrir sus cartas. Para él es demasiado importante esa prueba de amor a su primo y no quiere que nadie le frustre los planes.
--¿crees que tu padre aceptaría que fueras madre soltera?
Feli hace que no con la cabeza. Mert se acerca a la puerta. Se la abre e invitando a la joven a salir.
--No pienses en nada, soy tu única opción. No preguntes porque no encontrarás respuesta.
Feli se va frustrada. Mert se tumba en la cama y muy triste mira una foto en la que está con Salvador y Miguel . Él está en un lado, abrazado a Miguel . Acaricia el rostro de Miguel .
--¿¿que voy a hacer con todo esto que siento por ti?
Mert derrama algunas lágrimas pensando en Miguel . Siempre supo que nunca podría vivir nada con èl como pareja pero se conformaba con esa diversión entre primos. Siente una gran amargura:
--¿porque tuvo que cambiar?
Se maldice así mismo.
--¡¡¿porqué tuve que abrir la boca?¡
Ese amor que nació hace varios años entre juegos y cariños le quemaba por dentro pero ahora desearía poder haber callado. Siempre tuvo miedo que si Miguel descubría sus sentimientos todo cambiara entre ellos pero nunca pensó esa ruptura tan total y más cuando le está  salvando el pellejo duele demasiado.
--Él hará su vida como si nada lejos de mi.
Y eso es algo que le hace sangrar por dentro. Sin los encuentros con su primo Miguel se siente vacío.
--¿y que me queda a mí ahora?
Piensa en ese bebé que está en camino y que nace de la sangre de Miguel .Es su esperanza. Su ilusión. Amará al hijo de Miguel como si fuera de él. Será su recompensa. Su refugio. 
--Ser el padre de su hijo será lo único que me alivie y me haga feliz.
Dentro de lo malo que ha ocurrido desde que saltó la noticia le hace feliz la idea de ser papá del posiblemente único hijo que vaya a tener Miguel .

Por su lado, Miguel de nuevo ha intentando fornicar con Salvador pero no ha podido.
--¡pues si quieres te la meto yo¡ --dice Salvador contento.
Con ninguno de sus primos ha podido ser activo y es algo que le apetece. Miguel se pone agresivo.
--¡a mi nadie me la mete¡
Salvador se viste frustrado.
--pues entonces no me busques más.
Miguel está algo sofocado.
--No te pongas así... no se que me pasa. Serán nervios.



Con los pantalones desabrochados, Salvador pone su mano en los hombros de su primo. Lo mira con cariño:
--¿no será que echas de menos a Mert ?
Pensar en Mert es algo que lastima a Miguel pero no lo quiere reconocer.
--¡¡claro que no¡
Por el enojo que tiene, Salvador se da cuenta que muy equivocado no está.
--Oye si no pasa nada. Si tu también estás enamorado de él pues no hay bronca.
Miguel se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡estas loco? ¡¿que creen que dirán mis padres? ¡¡ya no solo es que sea maricón que eso  bueno lo pueden entender pero ¿¿¡con mi primo?¡
Miguel está angustiado. Le esta pasando algo dentro de su alma y no sabe muy bien que hacer pero le asusta. 
--Tengo que aclarar las cosas. Tú sabes como me gusta el sexo. Me pongo como loco ante un chico guapo pero...
Salvador no lo deja seguir. Mientras se viste habla:
--yo lo que sé es que entre Mert y tu siempre ha habido algo raro. Él solo se ha dejado dar por ti y luego desde que pasó todo eso tú estás muy agresivo ¿es solo conmigo o no has podido hacerlo con otro?
Miguel está algo aturdido:
--Me gusta mucho el hermano de Renzo. Justo creo que pronto llega.
--Pero eso no quiere decir que puedas estar con él.
--¡¡claro que si¡ ¡¡el problema es contigo porque estoy acostumbrado a los tres y sin Mert pues el círculo se ha roto¡
Miguel no solo quiere convencer a Salvador de que las cosas son como èl las dice sino que se quiere convencer así mismo. Eso entristece a Salvador que se lo pasaba muy bien con sus primos.
--Pues ni modo, ahora nos toca a los tres volar solos.
Salvador sabe que no está solo. Fernando le gusta mucho y le gusta poder contar con él. Se va mientras va marcando el celular de Fernando. El hombre recién salia de la ducha. Corre todo desnudo para tomar la llamada. Es muy seductor y a Salvador le encanta.
--necesito verte--le suplica Salvador.
--¡que ansioso¡
A Fernando le encanta sentirse deseado.
--hoy tengo un dia complicado pero si, tendré un momento para ti --le dice Fernando-- te llamo y te confirmo...
Salvador se va contento. Almenos no se quedara con ganas de polvo. Miguel está  solo. Necesita acostarse con alguien para demostrarse así mismo que no le pasa nada. Busca en sus citas. Mujeres no. Su cuerpo le pide un buen polvo y para eso necesita un hombre. Miguel busca en la memoria de su celular pero ninguna de sus anteriores conquistas macho le apetecen. Está distraído cuando cruza y un auto tiene que frenar. Es Gato.
--¡¡a ver si miras por donde vas¡ ¿¿o es que eres ciego?
Miguel se gira para disculparse. La mirada del uno se clava en el cuerpazo del otro. Ambos sufren un buen impacto al encontrarse. Se seducen con la mirada. Los dos se dan cuenta que quieren lo mismo. Miguel está dispuesto a demostrarse así mismo que nada ha cambiado con lo que le ha pasado con Mert .

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